miércoles, 7 de septiembre de 2011

Esa noche


Esa noche cuyas protagonistas en el cielo eran las estrellas, que irradiaban una belleza indescriptible cuando las nubes decidieron abandonar al protagonismo. Esa era la noche. Hacía algo de frío, pero eso no importaba. Sólo era crucial el hecho de que se iban a encontrar una vez más antes de que los separase una eternidad marcada por la añoranza y la nostalgia. Fue un amor efímero pero memorable y el mismo estará sellado en los recuerdos por su perfección y dulzura. Esa noche en la que empezó algo nuevo entre ellos, pero que sabían perfectamente que los iba a separar. Por eso decidieron unirse una última.   Para ver el amanecer los dos juntos y contemplarse el uno al otro a la luz del día en un lecho lleno de caricias y besos fundidos en una pasión interminable. Ese día vivieron un sueño que durante tanto tiempo se había hecho de rogar pero que al final accedió a entrar en sus vidas para seducirlos proporcionándoles una dulce y melancólica despedida. Pues como el destino había predicho, esa relación estaba condenada al fracaso, a pesar de toda la belleza que conllevaba.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Un pedazo de cielo


Conozco a una persona que es capaz de hallar la perfección en una fotografía, que es capaz de hacer un texto rebosante de hermosura. Todo lo que escribe influenciado por su inspiración es encantador. Así es ella, como las flores, pues  no sólo son bellas en apariencia sino que también irradian una fragancia indescriptible por sí mismas. A parte de su belleza exterior, que siempre se hace más  notoria con su sonrisa, permite que disfrutemos de su belleza interior conociéndola poco a poco y aprovechando su simple compañía. Es capaz de querer a las personas por poco que le ofrezcan como un buen momento que se pueda recordar con una sonrisa. Con ella aprendí a demostrar mi cariño y amor sin temor alguno, pues no hay que avergonzarse de lo que uno siente si es realmente sincero. Nunca le dije a nadie que siempre estaría ahí hasta que llegó a mi vida. No utilizaba esa palabra hasta que la conocí y ahora sé que puedo usarla porque es verdadera, la siento cuando la digo y también la pienso. Sé que será así siempre. Seguramente os preguntaréis ¿Cómo sabes que puedes confiar en alguien? Normalmente existen dudas porque no conoces a esa persona lo suficiente o porque no sería la primera vez que te traiciona. Sin embargo, cuando alguien te demuestra con hechos y palabras que realmente te quiere, sí confías. De hecho, llegas a confiar ciegamente, o quizás no tanto.  Pues esos hechos son parte de su demostración acompañado, por supuesto, de las palabras, ya que no todas son tan sencillas de pronunciar. Y para mi esa es la única manera en la que se puede confiar en alguien  sin temores. Quiero decirle que la quiero porque sólo me pide compañía y cariño, que son lo que ella también me da. Sé que nunca podré agradecérselo lo bastante porque los días a su lado son increíbles y jamás me he aburrido con ella. Porque me ha hecho ver que el amor sí es importante en la vida. Es una persona que se ha ganado gran parte de mi corazón y creo que nadie podrá ofrecerme tanto amor incondicional como ella en tan poco tiempo y en el que nos queda. Ella es mi ángel. Gracias, quererte es poco.